Allí, a lo lejos, la silueta de un equino
se confunde entre el brillo de la brisa oscura.
Un olor a humedad acompaña el silencio de la noche.
Lo que se sembró en tiempos de labranza,
hoy es mala hierba que nunca ha de crecer.
Sobre la cúspide de tu frente,
el símbolo de tus días.
Oscuro…
oscuros ojos, oscura piel, oscuro destino.
Inconstante, así eres… bello, salvaje, misterioso.
Intoxicada de fragilidad,
no quiero observarte desde la distancia.
Afortunada tu desdicha por sentirte libre.
precioso poema vresia, tienes que escribir más a menudo, lo haces genial :)
Por cierto te he enviado un correo, cuando puedas míralo XDDDD
besitos :**
Un abraZo...
A mi tb me ha encantado...
un abrazo :-)