Danzas pasos atrevidos que burlan la realidad,
saltas, giras…mil volteretas soportan tus delicados tobillos.
Buscas el equilibrio que desafía la gravedad.
Escuchas aplausos,
te invitan a continuar.
Saltas, giras…mil volteretas más.
Cortinas desplegadas de un salón
facilitan el acceso de la locura.
Bailas, ríes, te desborda la euforia.
Tus pasos tropiezan,
pierdes el sentido del ritmo.
Caes aplastando esa efímera excitación.
Escuchas risas humillantes como recompensa a tu actuación.
Bienvenida al espectáculo.
Levanta…acércate a esa puerta,
¿qué escuchas tras ella?
Ábrela… y continua bailando.
Me doy cuenta de lo débil que soy y me enfado conmigo misma.
Siempre estuve segura a la hora de tomar decisiones, afronté las realidades con razón. Pero ahora me pregunto donde estará esa racionalidad
¿Por qué sigo hundida en recuerdos que no dejan respirar?
No me reconozco.
¿Soy yo la culpable que persiste en martirizarse? Y si es así…
¿Por qué me hago este daño?
Me resulta tan difícil olvidar…
¿Cuál es la solución para un alma fustigada por cadenas de soledad?
¡Tanto tuve y tan poco conservo!
Por eso me enfado conmigo misma…por valorarte como el centro de mi felicidad, por pensar que solo contigo me sentía plena.
¿Y todo lo demás? Todo lo que me rodea…
Debe ser que entre tanta oscuridad mi alma se quedo ciega.
Cajas de metraquilato protegiendo susurros opacos.
Aullidos como resquicio de un silencio sordo.
Senderos tortuosos cercados por espinas.
Abrazos fustigados protegidos de caricias.
Decisiones ahogadas tras vaivenes revoltosos.
Miradas inválidas
besos sellados
sonrisas forzadas
cuerpos helados.
Cristales arañados por muñones
en un cuerpo jactancioso por la rabia descontrolada
que envenena el más efímero augurio.
Días descoloridos enturbiados
por ráfagas de desconsuelo,
soportan el cosquilleo
que producen las golondrinas
al agitar sus alas.
Revelándose contra la naturaleza,
más lejos del cielo que de la tierra,
inundan tras el trinar lo que avecina.
El aliento fugaz de lo imperdurable
golpea con su acto de presencia
el aroma de lo injustamente perdido,
diluido en tímidas gotas de sal
que resecan por dentro y por fuera.
Malditos, vosotros,
los asesinos.
Malditos, los chivatos,
que aconsejáis la muerte.
Malditos,
los falsos patriotas
de corazón avieso,
los que alimentan la locura.
Malditos.
Malditos,
también vosotros, los ciegos,
pues permitís a los falsos patriotas,
a los locos y a los asesinos, un espacio,
repitiendo que hay un conflicto,
como si cupiera un lugar intermedio entre el verdugo
y su víctima.
Y vosotros,
políticos con corazón de hielo,
que enviáis plañideras
tras las pancartas,
para guardar las formas,
para engañar al pueblo,
recibid el desprecio en nombre
de mi familia.
Y vosotros,
ciudadanos, castigadlos.
Ya sabréis democráticamente cómo.
Maite Pagazaurtundua
Hace días que no escribo.
Parece que las palabras que te ahogan son las que salen con mas facilidad… y a este ritmo mi blog se está convirtiendo en un jardín de lamentaciones.
Después de un buen fin de semana aun parece que estoy sufriendo las consecuencias (debe ser la edad :P).
Realmente lo necesitaba…cambiar de aires, olvidarme de todo un poco y ser consciente que vale mas la pena celebrar cada día que pasarlo tras un muro de reflexiones.
Hoy siento que me quite un gran peso de encima.
Acabo en el día de hoy aquello que me ha mantenido ocupada los últimos meses…y si lo miro desde otra perspectiva…también me ha mantenido distraída estos últimos días.
Lo agradezco porque si esta cabecita no hubiera estado trabajando como lo ha hecho, se hubiera encadenado a todos esos recuerdos egoístas que no piensan en mi.
¿Qué pasara ahora?
Proyectos…siempre hay pendientes.
Pero ahora necesito superarme, enfrentarme a un compromiso y obtener una experiencia como todo profesional.
Necesito hacer cosas productivas. Que el tiempo pase moldeando un futuro…que no se esfume en balde.
Hoy reconozco esta actitud…mañana puede que vuelva a caer sintiendo como esa loza me sigue aplastando cada vez que miro atrás.
Sigues ahí.
A veces desearía no haberte conocido pero, por otro lado, he experimentado sensaciones que ignoraba.
Con eso me quedaré, y con todo lo aprendido.
Alma de poeta desterrada,
vagando vas en busca de palabras
que armonicen melodías.
Ansias te desbordan
por beber de la Fuente de Suspiros.
Sacia tu sed,
ahoga tus lamentos.
Envenena tu esencia,
hasta vomitar poesía.